Soy Ricarda, vengo de Hamburgo, (Alemania) y vivo en Málaga desde hace casi cuatro años, donde estoy acabando Psicología. El sueño que me movió a mudarme era estudiar esta carrera y también la misma razón por la que estudio psicología: conocer las diferencias entre personas, también las culturales.

De niña viví un año en Tenerife y luego estudié español en el colegio y en el instituto y quería seguir aprendiendo el idioma. Pensé en principio ir a estudiar Psicología a Tenerife, pero al final preferí la península. Envié la solicitud a varias universidades en Andalucía, me eligieron en Málaga y me dije “¿por qué no?”.

Recuerdo que cuando llegue, me sentí un poco sola, pero a la vez con confianza en que sería algo bueno, una aventura… Sentía libertad y también nervios, pero en el buen sentido. Tenía ganas de empezar a ir a la universidad para conocer más gente. Fueron mis amigos, tanto españoles como extranjeros los que más me ayudaron al principio. Cuando llegué, muchos compañeros me confundían con una alumna Erasmus y se sorprendían al saber que estaba allí para estudiar toda la carrera. También los profesores me miraban directamente cuando se referían a “los erasmus”.

''Ahora mismo, tengo mi hogar en dos países: aquí me siento como en casa y por ahora no me imagino volver a Alemania; y a la vez una parte de mi hogar sigue estando allí''.

Antes de llegar, conocía el saludo con beso de aquí, pero sí que lo sentía a veces como algo obligatorio: si una persona llega más tarde a una cita y hay diez personas, las saluda una a una con un beso… Me parece que tarda mucho (se ríe). Cuando mis amigos alemanes vinieron a visitarme y se encontraron con mis amigos españoles, ellos sí se quedaban muy sorprendidos de que les saludaran dando besos. Y en el sentido contrario, a una amiga española le parecían muy curiosos mis horarios de comer, cenar y no dormir siesta. Así que los probó un tiempo, haciendo todo más temprano y le gustó, empezó a cenar más pronto y a no acostarse tan tarde. 

Ahora mismo, tengo mi hogar en dos países: aquí me siento como en casa y por ahora no me imagino volver a Alemania; y a la vez una parte de mi hogar sigue estando allí.

Cuando vuelvo a Alemania de visita, echo de menos a la gente de Málaga, que es muy abierta; el ambiente que hay siempre en la calle, porque en Alemania todo es un poco más tranquilo; a mis amigos y también el sol, la playa y la montaña.

Me encanta la sensación de vivir en otro país. He aprendido a ser más independiente, a adaptarme más y a valorar las cualidades de ambos países. Creo que es bueno atreverse a hacer algo así. Yendo sola al final estás menos sola que si te vas con otra persona, porque así estás obligada a conocer a mucha más gente en el camino.

Esta historia de vida forma parte de la primera fase de la campaña de sensibilización ''Soy Migrante''.

SDG 4 - EDUCACIÓN DE CALIDAD
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS