Historia
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  • Vanessa Okoth-Obbo y Raber Aziz

Mataban, Somalia – Durante años severos patrones climáticos afectaron a Somalia. El país se encuentra atrapado en un ciclo de sequías e inundaciones extremas que siguen devastando comunidades. Recientemente el país enfrentó su peor sequía en 40 años, la cual afectó a casi la mitad de su población de 19 millones de habitantes y desplazó a más de 1 millón de personas. También provocó severa escasez de agua y una gran inseguridad alimentaria.

Miles de agricultores perdieron sus cosechas y por ende sus fuentes de ingresos, y sus cabezas de ganado murieron ya que no tenían agua para beber ni había vegetación. Asimismo muchas comunidades entraron en conflicto con grupos vecinos, compitiendo por los escasos recursos como agua y tierras.

En respuesta a la crisis la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) lanzó el Proyecto Degaan Bile en agosto de 2022. El nombre del Proyecto significa “mejoramiento de la naturaleza” en lengua somalí, y revela el objetivo de abordar el ciclo del conflicto climático y del desplazamiento inducido por el cambio climático por medio de intervenciones basadas en las prácticas agrícolas regenerativas. Promoviendo una agricultura sostenible, Degaan Bile busca también promover la paz y la estabilidad entre las comunidades afectadas.

Vista aérea de una granja que se benefició con la instalación de un nuevo sistema de goteo y de una valla en el marco de la iniciativa Degaan Bile. Foto: OIM 2024

Hasta el momento más de 300 agricultores han sido capacitados en gestión cooperativa, resolución de conflictos, gestión de recursos naturales y mucho más. Estas técnicas sirven para restaurar las tierras de cultivo degradadas por medio de enfoques innovadores, incluyendo estrategias para la captura de agua, gestión mejorada de las tierras, diversificación de cultivos y prácticas para el mejoramiento de la salud de los suelos. Uno de esos métodos, la técnica de la medialuna, mejora la retención del agua en el suelo, ayudando a estimular la producción de las cosechas y permitiendo que los agricultores se adapten mejor a las duras realidades del cambio climático.

Ahmed Diriye, un agricultor de Mataban en el Estado de Hirshabelle, se vio severamente afectado por la sequía.

“Antes trabajábamos la tierra sin tener conocimientos ni capacidades, y la escasez de agua nos afectó mucho”, explicó. “Por la sequía no pudimos brindarles apoyo a nuestras familias ya que la producción agrícola era pobre; de hecho a veces no producíamos absolutamente nada”.

Gracias a la capacitación, Ahmed y otros agricultores están ahora mejor equipados para adaptar sus prácticas agrícolas al siempre cambiante clima. “Nos hemos beneficiado genuinamente”, agregó. “Ahora tenemos conocimiento sobre varios sistemas para capturar agua, sobre la gestión de recursos, de los nutrientes para el suelo y de cuáles son las estaciones apropiadas para cultivar y cosechar”.

Para promover aún más la agricultura climáticamente inteligente, la OIM ha trabajado con agricultores en los Estados de Hirshabelle y Galmudug en la instalación de sistemas de irrigación por goteo y en la rehabilitación de reservorios de agua. Estas medidas garantizan un uso más eficiente del agua para los cultivos, incluso en épocas de sequía.

Otro participante en la capacitación, Hersi Farah, explicó de qué manera el nuevo sistema de irrigación por goteo instalado en su granja se ha convertido en una cuerda salvavidas y ha mejorado la producción de sus cosechas.

“Los sistemas de irrigación por goteo instalados en nuestras granjas nos ayudan a cuidar el agua, ya que usamos exactamente la cantidad necesaria. No usamos ni muy mucha ni muy poca. Es un gran progreso para nosotros y gracias a esto podremos vencer todos los desafíos que enfrentamos”, dijo un granjero de Qofey, en el Estado de Hirshabelle.

Ahmed Abshir muestra limones frescos que ha cosechado en su granja. Foto: OIM 2024

No lejos de la granja de Hersi, Ahmed Abshir cultiva limones y mangos. Durante la última sequía, el ganado se adentró en su propiedad a la búsqueda de agua y dañó sus cultivos y dos de sus berkads, reservorios para agua usados en áreas áridas para juntar agua de lluvia durante la temporada húmeda.

Con ayuda de la OIM Ahmed Abshir construyó una valla en torno a su granja y reparó los berkads. Ahora puede almacenar agua durante la temporada de lluvias para irrigar durante las temporadas secas, protegiendo su medio de subsistencia de los impactos de la sequía. La colocación de vallas no solamente protege sus cosechas, sino que también es una medida para la mitigación de conflictos. Las vallas reducen las tensiones entre los agricultores y los pastores que se originan cuando el ganado descarriado daña las tierras de cultivo vecinas.

“Los impactos de la sequía fueron devastadores para nuestra comunidad. Pero estamos reconstruyendo nuestras vidas y protegiendo nuestros medios de subsistencia”, dijo. “Mis berkads están ahora llenos de agua y nuestro futuro es más venturoso que nunca”.

El Proyecto Degaan, financiado por el Instrumento de Políticas Exteriores de la Unión Europea (EU-FPI), fue probado por vez primera en el Estado de Galmudug en Somalia, y luego se lo extendió a Hirshabelle tras su éxito inicial. El proyecto congrega a la OIM, a las autoridades locales, y a las comunidades desplazadas por el clima para desarrollar estrategias de adaptación al cambio climático y a los desafíos que el mismo plantea.

Vista aérea de la granja de Ahmed Abshir antes y después de la rehabilitación a través de la iniciativa Degaan Bile que, con el apoyo de la OIM, ha incluido la restauración de los berkads usados para el almacenamiento de agua y la colocación de una nueva

En consecuencia, las comunidades afectadas por el cambio climático ahora tienen un papel crucial en la tarea de luchar contra el cambio climático e integrar la gestión de los recursos para promover la paz respecto de los que son compartidos. En cuatro distritos en Galmudug y en Hirshabelle, se han formado 31 cooperativas para promover el intercambio de conocimiento, la colaboración y la gestión de los recursos naturales. Se han plantado más de 1.800 árboles para proteger el suelo de la erosión y del daño provocado por los vientos, y también para ayudar a mitigar los efectos del cambio climático.

Ubah Isse Siyad es una líder comunitaria que defiende la estabilidad ambiental. Trabaja muy duro para inspirar a toda su comunidad de modo que participe en la tarea de plantar árboles.

“La sequía realmente afectó nuestras vidas. Plantar árboles es una manera tangible de luchar contra el cambio climático y de garantizar un futuro sostenible para nuestros hijos. Tenemos el orgullo de participar en este proyecto”, explicó ella.

Además de todos estos esfuerzos, las comunidades afectadas por el cambio climático en Galmudug y en Hirshabelle han logrado recaudar 50.000 dólares EE.UU. con el apoyo de la OIM. Esa suma será utilizada para brindar asistencia adicional a los granjeros que han sufrido los efectos de la sequía. El Proyecto también ha establecido un comité de gestión de recursos que está compuesto por los adultos mayores del clan, agricultores y pastores. Este comité promueve el diálogo acerca de cómo responder a los impactos que el cambio climático tiene sobre los medios de subsistencia y la seguridad.

Los miembros de la comunidad se reúnen para colaborar y compartir conocimientos sobre sostenibilidad. Foto: OIM 2024

El Proyecto Degaan Bile es testimonio del poder de la cooperación, de la innovación y del empoderamiento de la comunidad de cara al cambio climático. Dándoles a los agricultores el conocimiento y las herramientas de adaptación a un entorno que cambia constantemente, la OIM no solamente está mitigando los impactos inmediatos de los peligros ambientales sino que también crea un futuro más resiliente y sostenible para las comunidades de Somalia.

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