Mi nombre es Gala Ritter, he nacido en Rosario (Argentina) y vine con 14 años a Fuengirola, que pertenece a Málaga. Aquí me incorporé al instituto y después accedí a la universidad donde todavía sigo formándome. Además de esto, creo que soy un canal de comunicación, me gusta aprender cosas nuevas, integrarlas y comunicarlas. 

Ir a España fue un proyecto migratorio de mi familia porque estábamos sufriendo mucha inestabilidad económica en Argentina. Mi padre tenía un buen trabajo hasta que despidieron a 300 personas y entre ellas, estaba él. Tuvo que trabajar de taxista, en una época en la que había muchísima inseguridad en las calles. Acabamos en Fuengirola porque el hijo de un matrimonio amigo de mis padres vivía allí. Con la idea de buscar un futuro mejor y más seguro donde desarrollarnos todos, viajó primero mi hermana mayor con 23 años. De a poquito juntó dinero y trajo a mi padre, después a mi hermana de en medio y finalmente a mi madre y a mí.   

Al llegar, mi sueño era vivir con un ambiente tranquilo, donde mis padres estuvieran felices y yo pudiera seguir desarrollándome. Del primer día que llegamos a Málaga me acuerdo de todo, fue un día muy importante. Recuerdo que fuimos a hacer la compra y esa accesibilidad a un montón de productos que en Argentina era tan caros y aquí podía elegir lo que comprar…

''Mis tres palabras para definir mi experiencia en Andalucía serían vida, alegría y mar. Vivir en Andalucía me encanta''.

Desde un primer momento estuve luchando: empecé a trabajar con 14 años en un restaurante chino lavando cositas porque necesitábamos entre todos salir adelante. Siempre fui muy buena estudiante, pero al llegar aquí vi que el concepto de “empollón” no estaba tan bien visto, era como si tuvieras que sentirte mal por sacar buenas notas. Pero siempre obtuve buenos diplomas y el primer año de universidad lo tuve gratis por tener matrícula de honor.

Mis tres palabras para definir mi experiencia en Andalucía serían ‘vida’, ‘alegría’ y ‘mar’. Vivir en Andalucía me encanta, no podría vivir sin el aceite de oliva, el mar, el clima, la comida sana, la gente que es muy amena, muy graciosa y hay buen ambiente en general. Me gusta mucho el flamenco, Camarón... Fuengirola es un lugar muy bonito para vivir y también es muy cosmopolita, con mucha población finlandesa, alemana, inglesa, argentina, boliviana, peruana, china, japonesa…  

Creo que el ser humano es migrante desde que existe. Gracias a que las personas han tenido esa necesidad o esa valentía de moverse, se ha desarrollado la humanidad. Creo que somos todos uno, tenemos un solo lugar que es el planeta Tierra, que tenemos que cuidarlo muchísimo, y que tendríamos que poder movernos libremente.

Esta historia de vida forma parte de la primera fase de la campaña de sensibilización ''Soy Migrante''.

SDG 4 - EDUCACIÓN DE CALIDAD
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS