Me llamo Dissou, nací en Guinea-Conakry y vivo en Granada desde hace varios años. Tengo un hijo que nació aquí en España y he conseguido hacer de Andalucía mi hogar. Mi padre falleció cuando yo tenía 12 años, y en mi país ser mujer y estar relativamente sola es muy difícil, por eso tomé la decisión de migrar, preguntándome, ¿A qué país me digeriré?, ¿Podré empezar una nueva vida allí?

Cuando estaba en Guinea-Conakry mi sueño era estudiar hasta llegar a la universidad. Mi padre me apoyaba mucho, él sabía que la educación era importante, y recuerdo que me decía, “tienes que luchar siempre por cumplir tus sueños, tú puedes afrontar la vida, y cualquiera que sea tu objetivo, tú puedes cumplirlo”… y hoy sé que tenía razón.

Empecé a trabajar en mi país para pagarme los estudios, hasta que conseguí un grado en economía. Las cosas se volvieron demasiado complicadas, hasta el punto que tuve que tomar la decisión de migrar.

"Creo que la migración es buena para descubrir otras culturas y nos enriquece tanto a nosotros como personas migrantes, como al entorno"

Cuando llegué a España, después de pasar días en el mar, me sentí muy feliz y sentí que estaba en un sitio seguro. Recuerdo que cuando escuché por primera vez la palabra “hola” no sabía siquiera qué significaba, pero me hizo sentir tranquila. Aunque mi plan inicial no era necesariamente quedarme aquí, el COVID-19 detuvo mi proyecto migratorio haciendo de Granada mi hogar.

Creo que una persona que está en un lugar en el que no está bien, debe tener la oportunidad de irse, cambiar y mejorar sus condiciones de vida.Como migrante, me siento orgullosa de haber podido salir de mi país, y, después de tanto sufrimiento, estar donde estoy, colaborando además con la sociedad de la que ahora formo parte. Creo que la migración es buena para descubrir otras culturas y nos enriquece tanto a nosotros como personas migrantes, como al entorno.

A mí me ha gustado mucho la cultura que he encontrado aquí en Andalucía, a la cual me he acercado principalmente a través de la cocina. Me gustan también las costumbres y los trajes típicos. Aquí he encontrado mucho amor, la gente es buena y te acoge. Las personas son muy amables, te saludan y te hacen sentir bienvenida. Tengo un montón de amigas de distintas nacionalidades, ya que en la casa de acogida donde estaba hacíamos muchas actividades de integración, y eso me permitió conocer gente muy diversa. Para mi Andalucía es amor, cultura y gastronomía.

"Hay quienes vienen con estudios, como es mi caso, otros que vienen con experiencia, pero todos tenemos algo que aportar. Es importante tener paciencia, interesarte en la historia de las personas y estar abierto a aprender"

Lo que más echo de menos de mi país es mi madre, y, en segundo lugar, la comida, ¡aunque la comida española me encanta! He hecho un curso de cocina local y lo disfruto mucho. En estos años he sido muy feliz, sintiéndome libre y segura. En mi tiempo libre me gusta estudiar, o mirar el futbol. He visto a mi hijo evolucionar, irse al colegio, estar contento con sus amigos; él también se siente como en casa.

Me parece importante, cuando pensamos en personas migrantes, no cerrarnos a la idea de que cuando llegan a un país nuevo lo hacen sin educación, cultura o una formación académica. Hay quienes vienen con estudios, como es mi caso, otros que vienen con experiencia, pero todos tenemos algo que aportar. Es importante tener paciencia, interesarte en la historia de las personas y estar abierto a aprender.

Esta historia de vida forma parte de la campaña “Soy Migrante”, como parte del proyecto “Marca la Diferencia”

SDG 4 - EDUCACIÓN DE CALIDAD
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS