Soy venezolana, tengo 28 años y vivo en Sevilla, vine aquí a raíz de que tenía un hermano aquí. La primera vez que pisé la ciudad me sentí en casa, me sentí feliz en ese momento. El primero que me ayudó fue mi hermano, me fue presentando a algún amigo, me fue explicando cómo coger el bus, esto y lo otro...

Ser migrante para mí significa trabajar más duro, un esfuerzo constante. Yo soy profesora de español y aquí no puedo ejercer porque aún no puedo convalidar mi título. Me considero una persona empática, amable, responsable y colaborativa. 

Gracias a la migración uno aprende de todas las culturas, además hay muchos lugares que de repente tienen muchos mayores y necesitan jóvenes. Y no solo en lo económico, creo que todas las culturas deben engrasarse y vivir ese intercambio.

''La primera vez que pisé la ciudad me sentí en casa, me sentí feliz en ese momento''.

Lo que más me gusta de vivir en Andalucía es la gente, es muy calurosa, valga la redundancia con el calor que hace aquí. Me gusta también porque me siento muy cómoda aquí.

Al mundo le diría que tenemos que ser más tolerantes con las personas que vienen de otros lugares porque traen otra cultura para aprender algo nuevo, han dejado a sus familias, el proceso de adaptación para algunos puede ser complicado… Y que los que llegan se tomen también el tiempo de conocer las personas, conocer su cultura, su historia, si te ofrecen comida interesarte… para así poder insertarte.

Esta historia de vida forma parte de la primera fase de la campaña de sensibilización ''Soy Migrante''.

SDG 4 - EDUCACIÓN DE CALIDAD
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS