Soy Miguel Pérez, vengo de Cuba y llegué a Granada en 1995, ya son 25 años aquí. Soy músico, toco el bajo y el contrabajo en agrupaciones de jazz, música celta, cubana, brasileña, africana, argelina… Me considero una persona humilde, sencillita y con muchas ganas de trabajar para ayudar a mi familia en Cuba, que les hace mucha falta. Soy muy afortunado porque he hecho muy buenos amigos viviendo aquí. 

Llegué a Madrid con otros 15 músicos para tocar en la vuelta ciclista y nos fue mal porque el que nos había contratado nos estaba pagando muy poco dinero y cuando intentamos negociar el sueldo, nos acusó de rebelión, nos amenazó, y decidimos quedarnos.  Fue muy duro porque las familias nos esperaban de vuelta y no pensábamos dar ese paso, pero decidimos ir hacia adelante. A los pocos meses, un amigo me llamó para tocar en Granada. Vine para tres días y me quedé hasta hoy.

Quien más me ayudó a adaptarme al llegar fue mi novia, a la que conocí al llegar a Granada y con quien vivo desde entonces. Al estar lejos de Cuba, he aprendido a ser más consciente del valor de amistad. Cuando uno está solo -aunque yo tenía a mi novia, pero vine solo aquí- y te encuentras rodeado de gente que te ayuda y te apoya, se agradece mucho.

''Yo me siento granadino, son 25 años en la misma ciudad y con la misma gente, como dice la canción. Granada es muy bonita y la gente es muy amable, muy campechana, me encanta su humor y la forma de darse abrazos y besos como en Cuba''.

Yo me siento granadino, son 25 años en la misma ciudad y con la misma gente, como dice la canción. Granada es muy bonita y la gente es muy amable, muy campechana, me encanta su humor y la forma de darse abrazos y besos como en Cuba. La comida es muy buena, el flamenco es lo máximo y también me encanta bailar sevillanas. Hay mucha diversidad, y la gente es muy abierta.

De Cuba echo de menos a la familia y a los amigos de la infancia fundamentalmente, pero se extraña todo: el olor, el calor, la gente en la calle, las fiestas… La última vez que fui fue hace cinco o seis años.

Me gustaría lanzar un mensaje de amor y paz para todos los seres humanos, los animales, las plantas, la naturaleza... Que se rompan las barreras y todos nos podamos abrazar, que la gente se una. Yo creo que en algún momento llegará. 

Esta historia de vida forma parte de la primera fase de la campaña de sensibilización ''Soy Migrante''.

SDG 4 - EDUCACIÓN DE CALIDAD
SDG 10 - REDUCCIÓN DE LAS DESIGUALDADES
SDG 16 - PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS
SDG 17 - ALIANZA PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS